Los bikinis están hechos de materiales como Lycra y Elastán para ofrecerte las cualidades de elasticidad necesarias.
Los usamos en playas y piscinas de forma intensiva. A pesar de estar hechos con tejidos resistentes, sufren el sol, las altas temperaturas, los cloros, los roces, el estiramiento, la sal marina y otros elementos que son agresivos para cualquier tejido.
Para el mantenimiento y cuidado de tu traje de baño y que te dure más tiempo, te recomendamos:
Usa una toalla para sentarte cuando vayas a la piscina: evita el contacto con el asfalto, la madera o la piedra (especialmente el bordillo de las piscinas). Las fibras utilizadas en la confección de los bañadores son suaves y agradables para la piel, pero pueden estropearse al entrar en contacto con dichas superficies.
Aclara tu traje de baño después de cada uso en el mar o piscina: te aconsejamos que aclares a conciencia tu bañador con agua limpia después de cada uso. El cloro de las piscinas puede ser muy agresivo con todo tipo de tejidos. Si lo secas a la sombra, también te durará más tiempo.
No laves tu bañador a máquina: te recomendamos que lo laves a mano, sin detergente u otros productos abrasivos de tipo quitamanchas. Opta mejor por un producto para prendas delicadas o un jabón neutro.
Nunca dejes tu traje de baño húmedo en una bolsa: los estampados pueden desteñirse si el bañador se queda enrollado o doblado cuando aún está mojado.
En cuanto a los adornos o materiales especiales (perlas, conchas, cristales), hacen tu bañador o bikini muy especial y bonito pero lo hacen más delicado. Evita frotarlos y retorcerlos, así como estirar demasiado el tejido dónde están cosidos.
En algunos trajes de baño de tejido grueso de calidad, la arena fina de la playa se puede depositar dentro del tejido. Conviene dejarlo secar y sacudir la tela, estairar la lycra y dejarla ir ayuda a que la arena vaya saltando por sí sola.
Esperamos que éstos consejos te ayuden a disfrutar más tiempo de tus bikinis y bañadores en perfectas condiciones.